viernes, 30 de noviembre de 2012

Unas fotos desde Australia

Carlos Gutiérrez Expósito me envía este comentario al libro desde Australia:

"El libro es una gozada y me lo he leido casi del tirón, las 30 horas de vuelo hasta aquí ayudan. Una vez leido, he visto que ni yo ni los majaretas pajareros somos los destinatarios del libro, si no nuestras parejas, padres, hermanos, amigos... Voy a tener que regalar un montón de ejemplares para que toda esa gente acabe de comprenderme".

Parece que, además, "¿Para qué sirven las aves?" está llamando la atención de lós habitantes de la isla en la que está trabajando, Phillip Island, al sur de Melbourne, en el estado de Victoria.

Esta es una interesada gaviota plateada australiana Larus novaehollandiae:


Y este, un ganso cenizo Cereopsis novaehollandiae:


Muchas gracias por estas fotos y por tus palabras, Carlos. Como dices, a ver si al final con este libro sucede como con el enanito de la película Amelie.

Si alguien más se anima a hacer fotos parecidas, con aves o paisajes, las colgaré en este blog. Será gracioso.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Reseña el el blog "El Pernil"

Alfonso Rodrigo, en su blog "El Pernil", ha dedicado la siguiente reseña al libro:


Esta entrada no va dirigida, precisamente, a los seguidores más pajareros de este espacio sino a esos otros curiosos que me leen de vez en cuando. Los habituales y asíduos del mundo ornitológico nacional ya estaréis al tanto de uno de los eventos de este año 2012 que ha sido la publicación del primer libro de literatura ornitológica escrito en castellano.

Esto no va a ser una crítica literaria del libro (ni lo pretendo ni estoy capacitado para hacerla), sino trataré de plasmar mi experiencia con él. Ha habido gente que se lo ha tumbado en dos días. Yo he tardado mucho porque, en algunas ocasiones, he leído algún capítulo dos veces o más. ¡Una delicia!

Personalmente a la alegría de la noticia se ha unido que el autor es amigo y compañero de fatigas en esta pequeña -en comparación a otros países- comunidad de pajareros españoles, Antonio Sandoval, más conocido por todos como Toñete.

Ya hace muchos años que, en aquellas primeras publicaciones que caían en mis manos, como por ejemplo las revistas Ardeola o La Garcilla de SEO/Birdlife, aparecían citas asombrosas de un tal Antonio Sandoval desde el cabo de Estaca de Bares, el mejor punto del Paleártico Occidental para ver aves marinas desde tierra. Fue a principios de este siglo cuando tuve la oportunidad de conocerlo en persona, como no, en Estaca, un otoño recién nacido. De las primeras cosas que le pregunté, no se si él se acordará, fue: "Toñete, cuéntame lo del albatros ojeroso". Su primera respuesta fue, señalando primero con una mano hacia el Este y luego con la otra hacia el Oeste: "Desde allí, hasta allí, no aleteó ni una vez". Bien, pues esta y otras observaciones no menos sorprendentes aparecen detalladas en este libro.

No quiero recomendar -a día de hoy casi todos ya lo habéis leído- este volumen a vosotros, aficionados a la observación de aves que entráis en El Pernil hambrientos de datos y fotos sobre pájaros. Quiero que se lo recomendéis a la misma gente que lo he hecho yo. Se lo he ofrecido a mi madre, a mi hermano, a mi mujer, a mis amigos (no pajareros), a mis compañeros de trabajo para que, entre otras cosas, no vuelvan a preguntarme aquello de: "¿para que sirve ir a ver pájaros?", "¿por qué apuntas todo lo que ves?", "¿no te hartas de pasar frío, calor, mojarte o conducir?", "¿cómo que mañana te vas a Asturias a ver un pájaro?"

Antonio Sandoval, a partir de ahora Toñete, es una persona muy polivalente y esto se refleja en este libro de 255 pgs. El hilo conductor siempre son las aves pero con ellas o, mejor dicho, gracias a ellas aborda temas de ecología, psicología, etología, mitología, historia, antropología, mística, narrativa, poesía o música, entre otros muchos.

Para realizar este repaso de su experiencia vital, hace un recorrido por su tierra natal (tanto física como ornitológicamente), la provincia de Coruña y, más concretamente, su costa. Lugares como A Coruña, Ferrol, Caión, Baldaio, las islas Sisargas, las rías de Ortigueira y O Burgo, el estuario del Anllóns, las marismas de Caldebarcos y Carnota, el embalse de Sabón, lagunas de Traba y de Valdoviño, la sierra de A Capelada o los cabos y puntas de Langosteira, Ortegal, O Roncudo, Vilán, Touriñán y, por supuesto, su amada Estaca de Bares donde nace esta idea y donde lleva mirando al mar desde hace más de 25 años, son algunos de los citados en el libro. En el mundo ornitológico español y, sobre todo, para los amantes de las rarezas, muchos de estos sitios son Tierra Santa.

Toñete tiene una pluma extraordinaria y cada una de las descripciones paisajísticas de los lugares que va visitando por Galicia, y que son la columna vertebral de esta obra, no tienen nada que envidiar a las que hizo Humboldt en sus "Cuadros de naturaleza".


También este viaje por su querida costa sirve para contarnos la historia natural de algunas de sus especies míticas, hoy diezmadas pero muy abundantes hasta hace pocos años, como el arao común, la gaviota tridáctila o el cormorán moñudo. Además, desarrolla un repaso de la historia del conservacionismo y proteccionismo gallego y, por añadidura, del español; a consecuencia de varios de los atentados y catástrofes ecológicas que aquellas tierras han sufrido durante años y que, por desgracia, siguen sufriendo a día de hoy. Como ejemplo, un capítulo entero dedicado a la desgracia del petrolero Prestige.

Me he visto reflejado en muchos tramos de la obra y eso es de agradecer ya que sirve para darme cuenta de que hay un montón de gente que siente y vive lo mismo que yo. Que no soy el único que puede ir por la calle y detenerse a mirar una "v" de gansos en migración para, a continuación, sentir una sensación de desolación al ver que he sido el único capaz de pararme a presenciar semejante espectáculo, uno de los más grandiosos de cuantos suceden a nuestro alrededor, a pesar de estar rodeado de gente. Y si alguna de esas persona me pillara in fraganti en mi posición lo único que pensaría es: "¡vaya friki!".

Toñete es todo un icono viviente para los pajareros de mi generación, los que vamos una decena de años por detrás de él. Curiosamente en "¿Para qué sirven las aves?", el autor dedica varias páginas a otro de los mis iconos vivos, José Luis Rabuñal. Con casi 80 años es, para mi, el precurso nacional de la técnica del local patch ya que lleva desde finales de los años 70s acudiendo sistemáticamentte al mismo sitio a pajarear, el estuario del Anllóns en Ponteceso y la laguna de Traba. Esto le ha supuesto llevar a día de hoy unas 3600 visitas lo que hace que nadie lo supere en conocimiento sobre el lugar. Justo en los años en que yo nacía, él ya veía rarezas y, alguna de ellas, no han vuelto a ser citadas en España jamás. Es un ejemplo para mí, no solo como ornitólogo sino, también, como persona.

Personalmente, a mi, los pájaros me han servido para tener cierta sensibilidad en todos los aspectos de mi vida. Para estar orgulloso de un montón de gente que he conocido y con la que, a día de hoy, comparto horas de campo, horas de conversaciones telefónicas, horas de lectura de sus blogs y webs y jornadas de viajes a otros lugares del mundo en busca de pájaros. Por cierto, varios de ellos aparecen en este libro. Me han servido para esforzarme por aprender un idioma internacional para poder estar a la última en cuanto a noticias ornitológicas de todo el mundo. Me han servido para tomar conciencia del triste rumbo natural que está siguiendo todo a mi alrededor y en el que trato de poner mi granito de arena para cambiarlo y para que mi futuro más inmediato, en este caso mi hijo de casi 4 años, lo conozca de la manera más digna posible.

 
El libro de Toñete me ha servido, para esto y para mucho más. Estoy muy orgulloso ¡Muchas gracias Toñete!

Por cierto, espero que solo sea el primero de muchos.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Reseña en el blog "Paxaros e outras cousas"


Tras leer el libro, Sergio París ha escrito lo siguiente en el blog Paxaros e outras cousas:


En los dos últimos meses, una buena mayoría de blogueros ornitólogos nos hemos convertido en críticos literarios. Y yo no voy a ser menos, aunque sea evidente que no es mi fuerte. Pero algo tendrá el agua cuando la bendicen...

El pasado domingo terminé de leer "¿Para qué sirven las aves?", de Antonio Sandoval. Me lo había encontrado al llegar a casa diez días antes, un viernes después de trabajar. Después de la espera y los entusiastas comentarios que había oído, he de reconocer que me hizo ilusión recibirlo. Así que abandoné la meticulosa planificación que tenía para esa tarde, como cada fin de semana de los últimos (y próximos) meses, y me eché en el sofá a empezar a leer, poniéndole casi por primera vez los cuernos a los cormoranes que me esperaban en la costa de Dexo.

Pocas veces he disfrutado tanto leyendo. Así que sólo puedo decir que sí, que el libro ha cubierto todas mis expectativas. A la ilusión de leer un libro que ha escrito alguien que conoces y que en muchas cosas puede llegar a ser un referente para uno, se unió el placer de disfrutar de un excelente libro.

Muchos de los que me visiteis ya lo habeis leído o estais en ello. Los que aún no lo hayais hecho, y sobre todo aquellos que aún no hayais sido atrapados por la irrefrenable pasión que es la observación de aves en libertad, y de la naturaleza en general... no sé que esperais.

No soy crítico literario, así que no me extenderé demasiado en destripar el libro. Sólo os puedo decir que es un libro muy agradable y fácil de leer; y que en sus páginas encontrareis un magnífico viaje a lo largo de la costa coruñesa, un homenaje a la amistad, y un homenaje a las aves que nos acompañan. Fabulosas anécdotas sobre la ornitología, sus orígenes globales y locales, hechos históricos, personajes destacados... y acertadísimas reflexiones sobre nuestra sociedad y la conservación del medio ambiente. Y sobre todo, la sensación que me deja es la de una maravillosa foto fija de una pequeña esquina del mundo y de las gentes y circunstancias que conforman la pequeña gran comunidad real que queda retratada para la posteridad en estas páginas.

Y lo que me parece una gran noticia es que parezca que el libro está trascendiendo el mundillo ornitológico, que no sea sólo para "nosotros", y que adquiera por lo tanto esa vertiente divulgadora tan necesaria, como demuestra por ejemplo que sea uno de los libros de literatura de viajes más vendidos en Amazon...

Y sobre todo, me ha alegrado enormemente poder rebajar la sensación de culpa de mi traición de aquel día a los cormoranes de Dexo, al descubrir feliz que también tienen un huequito entre estas páginas, así que de algún modo no dejé de acudir a la cita :).

viernes, 23 de noviembre de 2012

Reseña en la web "El rincón del trotamundos"

Juan José Ramos Encalado ha dedicado al libro esta amable reseña en El rincón del trotamundos:

Tras incendiar las redes sociales del mundillo ornitológico, compré este libro. Precedido por la expectación generada no ha defraudo. Es más, era algo imprescindible en la escasa literatura naturalista en castellano. Yo personalmente, salvo algunas cosas muy interesantes traducidas de Gerald Durrell, Tim Flannery, de Jane Goodall o de Dian Fosey , no conocía prácticamente nada sobre este tipo de aventuras en nuestro país. Excepción aparte de las memorias del recientemente fallecido profesor Valverde, e incluso algunos episodios naturalistas del vallisoletano Delibes.

El amigo Rafa Álvarez me pidió que hiciera una reseña de este libro, … y no me ha sido fácil. No me ha sido fácil, por el hecho de conocer al autor, aunque llevemos 10 años sin vernos, desde alguna jornada en la costa gallega. Aún recuerdo cuando vimos en el Azud de Riolobos, a 40 kilómetros de Salamanca un págalo rabero y tuvimos que acudir a él para que nos lo confirmara o nos lo desmintiera, siendo una de las citas de aves raras más interesantes de nuestra provincia.
 
Hubo un tiempo, en el que fui 2 veces a las salidas en barco que se organizaban desde el puerto lucense de O Vicedo. Salidas en las que además, por si hubiéramos tenido poco mar, se completaban con observaciones desde el cabo más septentrional de Iberia: la Estaca de Bares. Y aquí empieza el relato de Toñete. Un relato pausado que asoma periódicamente sobre sus largas horas pasadas en este cabo, escrutando la mar Océana, y las reflexiones que hace él en voz alta, sobre lo que “esos chalados de los prismáticos” comentan en su reducido círculo: la migración de las aves, el de donde vienen y a donde van, el increíble salto de la collalba gris por el Atlántico Norte, los inmensos bucles que sobrevuelan a lomos de la espuma y las olas las aves marinas durante meses y meses, sin ver tierra. Y de ahí llegamos a la ría de Ortigueira donde reposan miles de limícolas y sus nutrias marinas, que tuve la fortuna de ver hace ahora 10 años. Y así seguimos recorriendo lugares increíbles de la costa coruñesa, con sus glorias y sus miserias, con las vivencias que empapan el alma tras el contacto cotidiano con sus gentes, la sierra de A Capelada, la tragedia de la laguna litoral de A Frouxeira, y la ría do Burgo. El recorrido por esta costa granítica, que un día fue el fin del mundo, por sus aves, en las que con sensibilidad y, todo hay que decirlo, cierta socarronería, se repasan los monocultivos de eucaliptos, la industrialización del paisaje, el urbanismo desaforado, la casta política, y la tragedia del Prestige.
 
A la tragedia del Prestige dedica todo un capítulo. Y no puedo evitar recordar la convulsión que me supuso. Tal vez no sea ni el momento ni el lugar para incluir mi experiencia, pero no puedo evitar meter un párrafo, tal vez por el acúmulo de acontecimientos. Recién llegado precisamente de La Estaca de Bares, se iniciaba la cadena de acontecimientos, o más literariamente, la teoría del Asesinato del Orient Express. Cuando andaba aquel petrolero errando a merced de las olas, marché a un viaje ornitológico a Malaysia, y … allí con pavor pude ver, en la portada del The Straits Times, la imagen de la proa mirando el día antes de ser engullido por la noche eterna de las profundidades, … y allí, salíamos de la selva buscando ávidamente información sobre lo que ocurría , … y llegar de vuelta, y trabajando desde la Junta Directiva de SEO-BirdLife de la que yo entonces era miembro: teléfono por aquí, teléfono por allá, hay que mirar esto, … Y ahí pude ver la abnegada dedicación de muchas de las personas que aparecen en el relato, con sus nombres y apellidos.
 
Todo el relato se enriquece con breves biografías de gente increíble, como la de Edward Sabine que da nombre a una de las gaviotas más bonitas de nuestros mares, midiendo la curvatura de la Tierra por las oscilaciones de un péndulo en el ártico canadiense. El imitador de cantos de aves que acabó siendo la voz del Pato Donald, del Gallo Claudio y de otras aves de nuestros dibujos animados. Las peripecias del naturalista gallego López Seoane y las increíbles aventuras de espías de Meinertzhagen, de James Bond y la expedición secreta a la búsqueda de las avestruces de Berbería.

Y por supuesto, no podía faltar ese pequeño homenaje que nos hace a nosotros: los ornitólogos y amantes de las aves, unos más y otros menos. Esas increíbles listas de aves vistas, esos relatos de cuando vi tal o cual pájaro, aquel viaje que hice a tal lugar…
 
Un relato que me recuerda a algunas crónicas viajeras de Manu Leguineche, de Javier Reverté o de Ryszard Kapuściński, en el que como he dicho ya se combinan historias, ciencia y vivencias personales. Yo no soy de esos, pero me han llegado noticias de gente que se ha leído el libro de un tirón y no me extraña. Estoy deseando volver a leerlo. En resumen, imprescindible este pequeño homenaje a nuestra gran afición. Incluso, no hace falta que seas un entusiasta de las aves, solo que tengas un alma curiosa.
 
Publicado en Castellano por Tundra Editores
 
Comentario, Juan José Ramos Encalado

Reseña en la revista "Quercus"

Muchas gracias a los amigos de la revista Quercus. El número de diciembre incluye en su página 68 una breve reseña de "¿Para qué sirven las aves?":

martes, 20 de noviembre de 2012

Entrevista en Onda Vasca

El domingo 18 de noviembre Eduardo Araújo me entrevistó en su programa Itsas Tantak (Gotas de mar) de Onda Vasca. Fue una grata conversación que incluyó a otro apasionado de las aves, Gorka Ocio.

El enlace para escuchar la entrevista, aquí.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Reseña en el blog "Aves del golfo Ártabro"

Marcos Suárez, en su blog "Aves del golfo Ártabro", describe así su lectura del libro:

"Sublime. Sólo así puedo calificar la lectura del último libro de Antonio Sandoval, y digo último porque egoistamente siento ese zugunruhe que tan bien define la necesidad de volver a viajar entre su prosa. Es un libro sobre las aves, sobre su observación y los sentimientos que esta despierta, y que el ser humano ha plasmado a lo largo de su historia a través de la poesía, prosa, pintura, mitología , religión y pensamiento científico.

Pero también es la experiencia vital del autor, porque las aves representan para Toñete ese estado de flujo que otros perseguimos y si acaso de vez en cuando tocamos. Tan dilatada carrera en el mundo de la ornitología y el conservacionismo, y a la vez que posee esa comunión con su entorno, sólo podía parir una obra que a los aficionados nos deleitase. Pero es que además lo ha hecho de forma amena y cautivadora, de tal forma que a poco que la sensibilidad aflore en el lector no aficionado a este mundo, debería empezar a plantearse cuanta de esa magía podría llegar a descubrir tras unos prismáticos.

 Y por último, es este libro un gran ejercicio de amistad. La amistad de todos aquellas personas que han compartido ese viaje con el autor, con las que se ha emocionado, con las que ha aprendido, con las que ha compartido esta pasión.

A sus pies rindo mis prismáticos.


Gracias
".

Caramba, Marcos, ¡gracias a ti! 

Reseña en el blog "Gaviotas y anillas"

En su blog "Gaviotas y anillas", uno de los más visitados diariamente por los ornitólogos españoles (y en especial por los apasionados de las gaviotas), Antonio Gutiérrez dedica esta entrada al libro .

¡Muchas gracias, Antonio!